miércoles, 29 de enero de 2014

Capítulo 6

Al despertar tenía mucha sed y muy mal sabor de boca… ¿Qué hora era? ¿Por qué me daba vueltas todo?
Ah sí…

Recordé la ingente cantidad de alcohol que pude meterle a mi cuerpo en poco tiempo… Y esa sensación de vacío por no conseguir lo que quería…
- ¡No pude hablar con Igor ni siquiera bebiendo alcohol!
Me sentía sucia, necesitaba una ducha.

Después de comer hice mi maleta. Volvía al fin a Jaén… Tenía ganas de volver, pero mis ganas de ver a Matt eran nulas… No quería enseñarle mi cara de perdedora, de “Necesito medios relajantes o estimulantes para darme valor y poder hablar con una persona con la cual he llegado a tener todo tipo de confianza, pero me abandonó y ahora no se que hacer, recurriré al alcohol”.

Me despedí de mis padres con un beso. Mi madre con cara de desconsuelo me recordaba abrigarme bien y comerme todos los tupperwares mientras cerraba la puerta de casa. Bajé las escaleras a duras penas con la maleta a rastras y llegué hasta la puerta del taxi.

Llegué a la Estación de Tren. Eran las 18.45 y mi tren no salía hasta las 19. Al montar en él, saqué mi móvil y mis cascos ya que este viaje sería largo e hice el intento de dormirme… Desperté por el sonido de Avenged Sevenfold en mi móvil, alguien me llamaba, pero ¿Quién podría ser?
Igor – Calling…
¡¿IGOR?!
¿Pero qué? Mis nervios aparecieron, las manos me temblaban, ¿Lo debería coger o no? ¿Pero qué estaba haciendo? Era solo una llamada…
Respiré hondo y descolgué:
¿Sí?
- Helena, soy Igor – Oh.. no me había percatado.. hace tan solo 5 segundos me iba a dar un ataque de nervios por su culpa…  
¿Igor? ¿Qué pasa? – Intenté controlar mi voz.
Nada, que me enteré de que has venido a Madrid ¿No? ¿Dónde estás?
- … En el tren. Su voz se endureció.
Ah.. bueno entonces nada, era por si querías quedar con Manu y Pablo ya que no hemos podido verte.. Pero te vas muy pronto ¿no?
- Sí, mañana tengo clase en la universidad… - Además, no quería verle feliz. 
- Bueno pues a ver si nos vemos pronto cuando vengas otra vez.
- Sí.. a ver si hay suerte... – Mi voz se iba enmudeciendo poco a poco… no quería hablar con él… me sentía ridícula.
- ¡Ah! Por cierto. -¿Había algo más que me quisiera decir?- Hemos quedado los de la pandilla en hacer en verano un viaje, podríamos ir a Tenerife, siempre has querido ver el Teide y la playa casi al lado ¿no?

No podía aguantar más… cerré el móvil, miré la ventana, y me derrumbé más si cabía. Todavía podía recordar el viaje que quería hacer, y para colmo si lo hacía, él iba a estar ahí, presente, en mi mente y físicamente. Hubiese sido mejor no haber cogido esa llamada, sí, definitivamente.




No hay comentarios:

Publicar un comentario